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Mostrando las entradas de noviembre, 2020

¡Te voy a romper el culo, pecadora!

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  ¡Te voy a romper el culo,               pecadora! Don Luis, Lucho para los más íntimos, era un cura cincuentón, moreno, delgado, de estatura mediana y no era feo. Vivía en una casa parroquial de dos plantas en un pueblo gallego. El cura hacía de todo para sus feligreses, desde cerrajero a carpintero pasando por albañil, y por supuesto lo hacía gratis, por eso decían las viejas que era un santo, pero de santo no tenía nada. En frente de la casa del cura, en una casa de una planta vivía Marta, una mujer a la que abandonara su marido. Tenía 42 años y estaba maciza, era madre de un hijo y una hija, el hijo, Leandro, era flaco y desgarbado. Luisa estaba maciza cómo su madre, era bonita y al cura le gustaba. La muchacha lo sabía y jugaba con él, por eso al confesarse le decía con su melosa voz cosas como esta: -... He vuelto a pecar, padre, ahora ya no me masturbo dos veces al día, me masturbo tres, mañana, tarde y noche. -Debes controlarte, hija. -Es que ando todo el día caliente, padre,

Cogiendo con mi hijo 2

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         Cogiendo con mi hijo (2/2)
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             Cogiendo con mi hijo A cabo de cumplir 42 años de edad y dos de separada. Tengo dos hijos, Pablo, de 20, y Sofía de 16. Con Gustavo, mi ex marido, nos conocimos en la secundaria y nos pusimos de novios en cuarto año. Ya egresados y con 20 años nos casamos muy enamorados, y así nos mantuvimos hasta hace tres años cuando, por problemas económicos que hasta entonces nunca habíamos tenido, la relación se desgastó y decidimos alejarnos, sin dejar de querernos ni estimarnos tanto como el primer día. Es más, en los últimos meses cada tanto tenemos encuentros sexuales en los que la paso (y pasamos) 10 puntos. Lamentablemente, al menos por ahora, quien sabe más adelante, no es el momento de volver a estar juntos, aunque lo hemos charlado varias veces y la idea nos gusta a los dos, y supongo que a nuestros hijos también... bueno, al menos a Pablo hoy creo que no. ¿Por qué? Paso a explicar. Sin peleas fuertes de por medio, con Gustavo acordamos separarnos. De inmediato dejamos de ten

Dulce cubana

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    Lo que sucede en un taxi de CdMx Esta semana ha sido realmente intensa, excitante en muchas formas, lo cual me ha tenido inquieta todo el tiempo y mi Amo también está así lo cual me encanta, su requerimiento de la mañana me estreso y a la vez hizo que mi panochita se humedeciera y se contrajera emocionada. Iba a irme vestida de otra forma, pero mejor me pondría el vestido de hombros descubiertos café, medias y zapatillas, con unas bragas rojas que pudieran verse a la menor provocación y el bra de encaje que con el vestido hacen que las nenas y los pezones se noten y resalten. Salí a la avenida vestida así y espere a que pasara un taxi, me subí a uno en el que el conductor se veía de una edad madura, su pelo era ya cano, de tez blanca iba vestido con un pantalón café claro y un suéter azul marino con franjas de azul más claro, no se veía mal, intencionalmente me subí mostrando todavía más que lo que él vestido deja ver y crucé las piernas al sentarme. Estoy segura que se veían la o
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           En tiempos de cuarentena Tenía ya tres semanas de que había pasado el encuentro con Yolani en su apartamento … cada vez que cogía con Leonor terminaba eyaculando con la imagen de Yolani sonriéndome descaradamente. Leonor es una chica dulce, cara redonda, ojos grandes, boca pequeña, mejillas rosadas, curvilínea. Me gustaba mucho su timidez natural, incluso aun en el sexo, ella se excitaba rápido y era fácil llevarla al orgasmo… mi verga pasaba por su sexo y queda húmedo rápidamente, no tardaba mucho en llegar al clímax con el simple roce de sus partes, incluso cuando acunaba sus pechos redondos, unos pezones rosados y tiernos, ella se arqueaba y su sexo era una fuente que se desataba rápidamente, pero que duraba poco. Eso nos pasaba, ya ella quedaba en estado extasiado y yo quedaba con más ganas, después de la tarde con Yolani, se había renovado algo de la pasión, pero ya pasadas estas semanas de encierro sanitario, habíamos caído nuevamente en este hueco de acomodarnos, hace